16 June, 2006

Al fin en casa


Brocha está en casa. Por fin. Con un montón de plaquetas, un apetito descomunal y mucho, mucho mimo. Te mira desde el fondo de su campana con esos ojos enormes, color canela, y estás perdido.
La sensación de alivio es tan grande, que no recuerdo haberla sentido igual antes. Ahora está echada a mis pies, a pesar de que los otros perros están en la sala, con el Pulgón, viendo televisión; y a pesar de que en la sala tiene su alfombra favorita, colocada estratégicamente debajo de la mesa. Pero ella quiere estar conmigo.
No sé si me habrá echado de menos, no puedo imaginar el pensamiento de los perros, si localizan los afectos y la seguridad en una persona, o en un conjunto de olores, sonidos y sensaciones. La realidad es que está aquí, a mis pies, mientras escribo en esta noche feliz, después de un dia largo y muy, muy intenso.

1 comment:

Raquel said...

Olé!!! :)