15 December, 2007

Granada

El Darro. Frío. Sonidos de agua y de neumáticos sobre adoquines. Búsqueda del rayito de sol. Lo encontramos (cómo no), justo encima de una mesa libre de una terraza. Cerveza Alhambra . Miramos hacia arriba y nos quedamos sin respiración. Allí estaba la historia, la leyenda, la magia. Entre el verde de los árboles, el palacio rojo, mostrándonos su dimensión de ciudad dentro de la ciudad. Seguimos mirando, bebiendo, en silencio. Ni siquiera se nos ocurrió sacar la cámara de fotos de su estuche, la tecnología no tenía nada que hacer en aquel momento mágico. Miré al Pulgón y descubrí que tiene un perfil totalmente nazarí. ¿Cómo no me había dado cuenta antes?









Al día siguiente, nos acercamos, tímidos, al pie del palacio. A pesar de la cantidad de turistas, de las miles de veces que tienes que enseñar tu entrada, y de la voz nasal y entusiasta de la guía, conseguimos crear para los dos nuestro universo paralelo e imaginar la vida cotidiana, los colores, hoy desvaídos, el ruido y el olor de hace ocho siglos. Debo revisar mi identidad, porque no me imaginé en ningún momento con velos y paso delicado, sino con turbante, montando un caballo tordo de mirada salvaje. Y con cimitarra al cinto, por supuesto.


Aparte de la Alhambra (¿aparte? No, nunca. Junto con), Granada es una ciudad con muchos atractivos. No puede decirse que acertásemos con nuestras elecciones de restaurantes. Mi radar gastronómico se desajusta gravemente cuando traspaso el umbral isleño. Tengo que reconocerlo con tristeza. En ningún local conseguimos combinar satisfactoriamente los dos pilares de una buena comida: calidad y precio. O se nos quedaba cojo de un lado, o de otro. Invariablemente.


Pero no sólo de pan vive el hombre. Y de todo lo demás tuvimos en abundancia. Calles por las que caminar, alturas arquitectónicas ante las que empequeñecer, barroco para emborrachar... Y la constante sensación de ir y venir en el tiempo, quizá un poco mareante. Como si se tratase de un juego del tejo de los siglos.







Uno de los días de nuestro viaje cogimos una guagua hasta Málaga, para ver a Biznaga. Sí, otra de esas amistades de hormigón armado que se forjan en internet. Nos fueron a buscar a la estación ella y su hermana Pili. Y el primer lugar que yo quería visitar seguramente hará rechinar los dientes de horror a los viajeros entusiastas: quería ir a un Lidl. Ay, ya lo sé, es un supermercado de lo más cutre. Pero en las islas no hay (gracias a Dios, ya tenemos una cadena por habitante, o casi), y oir hablar de las ofertas del Lidl en el Cafetito día sí, día también, te crea como una perentoria necesidad. Fuí con la sana intención de mirar esto y aquello pero, como no podía ser de otra manera, saqué la cartera y, lo juro, no recuerdo nada más. Cuando volví en mí estaba bajo el pensador de Rodin con Biznaga y Pili, y una extraña bolsa de supermercado en las manos.



Para recuperarnos, nos fuimos a almorzar a la orilla del mar. El Pulgón ya tenía "mono" de salitre, y yo unas ganas inmensas de COMER BIEN. Restaurante "Entremares" . Sólo diré cuatro palabras: Málaga, mar, arroz, berenjenasfritasconmieldecaña. Después de este almuerzo había que hacer algo de ejercicio, no somos alimañas, por Dios. Así que nos fuimos caminando hasta un modernísimo local a tomar un café... y alguito para que no cayera mal el café. He aquí una muestra.


Paseo por la ciudad hermosa, besos en la estación de guaguas y vuelta a Granada, mirando las luces de los coches que corrían a nuestro lado, mientras yo jugaba con los minutos y los recuerdos.























5 comments:

Raquel said...

Granada es maravillosa.

Y la sonrisa se te sale de la foto.

Qué buenas vacaciones has tenido, chicha-girl. Encuentros emocionantes, buenas compras, estafas de bar .... muy completas, sí-señor.

Biznaga said...

¡Que bien lo pasamos y que corto se me hizo!... Esto hay que repetirlo millones de veces... Dile a Pulgón que el 20 de marzo es jueves santo, "me se entiende, verdad"...

Bea Roque said...

Que suerte, una viajecito Granada!!! y que pena lo de la comida, ya que tiene fama de poder comer muy bueno y barato... La bolsa del Lidl te delata, jajaja. yo también voy cuando estoy en Cádiz, mi cuñada no me entiende el porqué quiero ir allí... Besitos y Felices Fiestas. Bea

Lego y Pulgón said...

Guru: han sido nueve días como sacos llenos a reventar. Genial.
Biznaga: mensaje transmitido; son las dos muy generosas.
Bea: felices fechas también para ti y para todos.
Besos mil

Mariló said...

Vaya 3 bombones. Ganas tenia de ponerte cara Leguito.