18 July, 2008

"Cái"

Sé que el título de esta entrada es muy, muy tópico, pero es lo que me sale. Lo siento.

Vengo de una reunión de colegas de profesión en Cádiz, y tengo muchas ganas de hablar de la ciudad.
Me encontré con el descubrimiento (ya tenía la sospecha) de que en mi área de trabajo hay mucha (pero mucha ¿eh) gente rara, acomplejada, endiosada... Sí, sí, lo sé, yo también puedo ser todas esas cosas y no darme cuenta. Quizá se estudia en el último año de carrera, y aprobamos la asignatura, y nos inyectan un líquido de color rosado que nos produce amnesia parcial. Alguien debería investigarlo. De aquí sale una tesis, fijo. Y un capítulo de CSI.
Esta muralla infranqueable de malas caras y peores contestaciones hizo que mi compañera de trabajo (y viaje) y yo tomáramos como lema esos días el siguiente pensamiento, profundamente oriental: "Hay que ver, con lo simpáticas que somos, lo mal que caemos".

Vale. No caímos bien a "los del ramo", pero a los gaditanos... Cádiz fue una fiesta. Llovía, pero yo veía luz por todas partes. Y mar. Y oía música. ¡Y piropos! ¡Cuánto echaba de menos los piropos con gracia! ¡Obrero canario, cómo has cambiado!



No hice otra cosa que toparme, cuando más hambre tenía, con frutos del mar; deliciosos bocados para casi todos, pero que a mí no me gustan nada. (Un poco de compasión, a lo mejor es una mutación genética que sufro en silencio mientras ustedes se mofan y me abuchean. Un respeto). Pero cuando el hambre aprieta, Cádiz ofrece aceitunas deliciosas, un jamón serrano del que no me despedí como se merece, y una comilona en la Venta del Chato. Inolvidable.



El dia de la Cena de Clausura, nos pusimos guapísimas de la muerte, y nos fuimos en alegre rebaño, a un espectáculo ecuestre en la Real Escuela que, aunque quizá suene arrogante, me decepcionó. Monturas sucias y gastadas, caballos protestones... Tengo la impresión de que, como el espectáculo era sólo para nuestro grupo (con mayúsculas, ciento y la madre), nos dieron una exhibición "para guiris". Con la ilusión que me hacía verlo. Bueno, ya volveré.

El ganado elegante se subió de nuevo a la guagua, y nos dirigimos a una bodega de Puerto de Santa María (qué horror, no recuerdo el nombre, y juro que no había bebido aún.). Las cinco guaguas cargadas de gente extraña llena de joyas, pararon donde pudieron en las estrechas calles abarrotadas de coches en doble fila. La nuestra (gracias, Dios mio, por los favores recibidos) se detuvo en la misma puerta del Bar La Gaviota (de este nombre sí me acuerdo). Los parroquianos, copa en mano, camisa abierta y pecho colorado del sol, empezaron a asomarse a la puerta del establecimiento, a presenciar el espectáculo. Cada vez que bajaba una señora (mi compañera y yo incluídas, aunque no somos señoras, somos personas jovencísimasenlaflordelavida), la clientela del Gaviota jaleaba: "¡OLE! ¡MIRA! ¡Y OLE!"Ante semejante entusiasmo, no quedaba otro remedio que sonreir, sonrojarse tímidamente y tratar de mantener a raya el ego, que quería flotar hinchado como un globo.

De Cádiz me llevo mar. Y de Puerto de Santa María... el Bar Gaviota.










9 comments:

Bea Roque said...

Querida Lego!! Que envidia me das.... este año no podremos ir hasta dentro de un par de meses (bueno, pensándolo bien, casi mejor, así no hay hordas de turistas!!!!). No hay nada que yo te pueda decir de Caí, ya que no sería imparcial. Antonio es del Puerto (no de la Cruz) sino de Santa María.....La provincia de Cádiz,un lugar maravilloso donde los haya, su gente tan amable y alegre, su luz, su mar, sus playas con el solecito que te acaricia, su marisquito (para tí su pescadito o jamoncito). Aunque soy gallega tengo debilidad por Cádiz...y te recomiendo el Bar Jamón (un restaurante que es un lujo!!)para la próxima aventura Gaditana....aunque casi en cualquier sitio se come bien!!!!No te diré nada más porque me puedo enrollar sin fin, tengo un par de post de Cadiz en mi blog por si les quieres echar una visitilla.....Un beso muy fuerte y me alegro mucho que lo hayas pasado tan bien. Bea

Raquel said...

O sea, que nada de libros para aumentar la autoestima sino escapada a Cái. Oído cocina.

Y a pesar de los dementores que os acompañaron tu viaje suena muy divertido.

Vince said...

Lego, después de este sentido homenaje a mi tierra, me he dado cuenta de que ya está bien de groserías por mi parte; esta tarde, Dios mediante, incorporo su blog a mi lista de links, por lo que le pueda servir; que ya va siendo hora.

Lego y Pulgón said...

Bea: Pregúntale a tu A. que si conoce el Bar Gaviota. Quiero hacerme accionista.
Guru: Indudablemente, más efectivo que cualquier libro.
Don Vince: Un honor que usted me hace.

Biznaga said...

¡Viva Cái y los "caitanos"!.. Sin duda la gente con mas gracia de todo el mundo mundial son los de mi provincia vecina, si señor.. ¡Cái, ahí es ná!..

LE BLOG said...

¡Viva Cádiz! Yo también me declaro fan number one.

Blanca said...

Querida señorita Lego: si tiene usted a bien pasarse por mi blog, tiene usted allí depositado un pequeño obsequio. Nada para lo que usted merece, of course...
BSS
Blanca

Anonymous said...

Oooole, Lego, me alegro de que lo pasaras bien por aquí, la próxima vez avisa y te paseamos los de la zona, jeje... Besos, Paulova

Lego y Pulgón said...

Biznaga no tengo queja de los malagueños, pero es que en Cádiz nos sentimos ¡¡como en un cumpleaños!!
Le Blog creo que podemos montar un club
Blanca ya te di las más calurosas gracias en tu blog. Y te volví a votar, que estaba en otro ordenador ¬¬
Paulova ¡No sabía que eras "de la zona"!