30 December, 2009

红色 (hóng sè)

El domingo (bueno, vale, hace ya unos cuantos domingos, que voy retrasada con el blog) bautizamos a Bambú. De riguroso rojo, como manda la tradición. La nuestra, al menos, que en lo que a bautizos de bambús se refiere, somos muy tradicionales.
Los días anteriores me volví loca buscando cosas que pegaran con la pieza central del vestuario, una camisola de seda que compramos especialmente para la ocasión en la Fábrica de Seda, en Shanghai. La compramos en verano, creyendo que se iba a bautizar en plan minifalda ye-yé. Pero vino el invierno, y hubo que buscar leotardos, body de cuello vuelto, zapatos... (este apartado se le encomendó a la madrina; prueba superada con honores).
Aunque no se distinga bien, tiene dibujado un dragón en dorado; un poco masculino para el gusto chino, pero es que Bambú es así: una equilibrada mezcla de dragón, fénix y, ese día, Cereza Madura.
En la iglesia, justo a nuestra espalda, había un coro de chicos y chicas muy entusiasta. Y como nuestra niña tiene el ritmo en el cuerpo, se lanzó al pasillo central a bailar. Por si no había llamado la atención lo suficiente.
















Este señor me mojó la cabeza una barbaridad


Tras la ceremonia, y los intentos desesperantes de sacar una foto de toda la familia (misión imposible), fuimos a celebrarlo a nuestro restaurante chino favorito, el lugar donde nos enseñaron a decir xiexié y zài jiàn, preparándonos para la conquista de oriente.
Cada comensal tenía de regalo un nudo chino como recuerdo y como deseo de felicidad. Me costó un triunfo encontrarlos, que los bazares chinos aquí no venden cosas chinas.
Luz pasó de brazos en brazos, hasta que, avanzada la sobremesa, se durmió agotada. O perdió el conocimiento. Nunca lo sabremos.

10 comments:

Bea Roque said...

Ya te vale..... esperaba estas fotillos como agua de mayo......Que malo el sr. que le mojó los pelitos eh????.. está preciosa, gordita y enorrrrme.. para comérsela!!

Un beso muy fuerte

Bea

Anonymous said...

Como siempre, leo vuestros escritos con avidez y con ganas de más...

Felicidades a estos babeantes padres.

Besos,

. . . Francisco Javier

Marisabel said...

uauuuuuuuuu qué guapa está con su trajecito rojo!!!
Pobrecilla y no le dijo al cura.... oiga que ya vengo duchada de casa !!!.
Felicidades a los tres .
Un beso

Dimpy said...

Pero...¡qué guapa!....y grande!!!, muchos besitos

AnaS said...

Está preciosa esta niña guapa!!!!!!!!

Silvia - Desenredando el hilo rojo said...

¡Pero qué guapa que estaba! Preciosa para la ocasión... de riguroso rojo. Una ceremonia preciosa.
Un abrazo y feliz año

Raquel said...

Bámbo está irresistible. Me imagino el shake-it-baby en el pasillo central y me río sola. ¡Qué grande!

Marona said...

Parece una guinda: roja, redondita, dulce... ¡para pegarle un bocao! ¡Un besote!

adelita said...

Que belleza!!
Un beso
Adela

Elbereth said...

Hacía siglos lunares (sí,sí, en mi mundo elberethiano existen...) que no pasaba por tu casa. Hoy buceando en el marcador de "favoritos" he tropezado el timbre y a pesar de las prisas no he podido evitar asomarme. No he abierto la puerta del todo, no fuera ser que al notar la calided y el embrujo de escritores de calidad subterfugiados en personas de a pie, olvidara seguir con lo que me apuraba. Lo poco que he vislumbrado me ha dado una punzada tan intensa de felicidad en el alma...Mis más sinceras enhorabuenas, felicidades y mis saltos con grititos de "albricias". La mejor suerte de esa niña es haber encontrado a una mujer como tú, su madre sin duda ninguna desde que cosías una colcha de la fortuna con trocitos de tela y jirones de alma (nunca olvidaré esa historia). Desde luego para ella la puerta del paraíso seguirá siempre abierta mientras tu estés ahí. Un abrazo enorme para los tres.